|
Estimados compañeros de viaje
En estos días, mucho más que en otros días del año, debemos fomentar el altruismo, la generosidad, la cordialidad y el hacer felices a los otros, especialmente a nuestra pareja. El bienestar, la seguridad, la alegría y el placer que le demos redundará en todos los que estén a su lado.
Mantenernos en castidad para focalizar nuestro placer en su beneficio es lo más íntimo y bonito que se puede ofrecer.
Os pongo un ejemplo:
Anoche mi mujer me despertó diciendo que le dolía la cadera y que le diera masajes para ver si se le pasaba. Yo, enjaulado, le empecé a dar masajes en el lugar dolorido, y poco a poco iba subiendo de ritmo hasta encontrarme realizando masajes tipo “masturbatorios” (arriba-abajo) sobre su cadera. Estos movimientos iban incrementando la recarga de mis bolas y el pene quería crecer dentro de la jaula, pero sin conseguirlo. Yo no estaba obteniendo el placer de los movimientos masturbatorios sino la frustración maravillosa de la negación. Ella, por el contrario, se le quitó el dolor y siguió durmiendo plácidamente hasta por la mañana. Yo, en cambio, seguí frustrado durante mucho tiempo, que aproveché para ir bajando progresivamente la intensidad del masaje mientras asumía que su placer es más importante que el mío y hasta que mucho después pude dormirme.
Hoy está muy contenta por haber podido dormir bien y yo también por verla así.
Por lo tanto, os deseo que paséis una muy Feliz Castidad en Navidad.
Un abrazo
Mej
|