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En mi caso es como un premio. Lo siento así. Y además, me encantaría sentirlo como un servicio, como una obligación ... pero estoy lejos de eso.
Tenía experiencia de mi niñez de lluvia dorada tragando (entera), y no de una vez, sino de muchas: de convertirme en el váter de alguien (para pis, no llegamos a lo otro...) Cuando veais a dos niños (o a un niño y a una niña) jugando, no penséis que va a ser siempre jugar a canicas o al monopoly ... no seáis tan ingenuos. Lo mío pasaba en los años 80, qué no pasará ahora!
Ya de mayor tuve una experiencia con una chica dominante que conocí por un foro. Para ella fue su primera vez (y le encantó), pero en su empeño en hacerlo de forma más planificada, se pasó un buen rato bebiendo (y a mí dilantándome el culo, pues fue mi primera vez -y única- en ser penetrado por allí) y cuando me hizo beber estaba tan diluída que parecía agua.
No cuajó como relación y ella siguió su camino y yo el mío, pero le gustó tanto lo de la lluvia dorada que la hizo suya. Sé que es algo que ha seguido practicando.
Con mi mujer, llevaba yo lustros animándola a probar conmigo, pero no ha sido hasta este agosto que por primera vez me ha hecho una lluvia. Y no ha empezado suave, no. Lo probó subiéndose en mi boca, estando nada menos que en nuestra cama (con el riesgo de que si yo no tragaba mojábamos el colchón) y sin preparar previamente nada, sin beber ella adrede ni nada, sino que surgió y finalmente se animó...
El resultado? que me tragué una meada entera (bastante más de lo que me esperaba pues se supone que "no tenía ganas"), y con sabor muy fuerte: el natural, como me gusta a mí, pues cuanto más cuesta más sometido me siento. Lo tragué todo y no manchamos nada. Sólo escurrió una gotita por mi cuello que no llegó abajo porque la postura fue distinta a las que yo había practicado: ella se me subió de frente. Es decir que yo le podía ver los ojos desde abajo. Y no de culo (poniendo el culo en mi nariz, que es como mejor entra el pis pues sale directo a la garganta). De frente, como digo, cuesta más tragar, y además se ve que me tenía que bajar aún más para que no hubiera escape. Y eso hice. En cuanto me di cuenta que una gotilla me escurría, me bajé más sin dejar de tragar (perdiendo contacto visual pero sintiéndome aún más WC), y ya no se salió nada.
La próxima vez, como mejor le apetezca a ella. Ya sé hacerlo bien en una y en otra postura.
Desde agosto no ha habido una segunda tragando pero justo antes de ayer, metidos en el agua, ella sentada en mis muslos ... se hizo pis. Me avisó de que lo iba a hacer y enseguida noté el calorcito... me encantó también.
Sentirse marcado por tu Señora. No tiene precio.
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Cerrado
