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Buenas a todos y todas. Décimo día de mi castidad.
En los primeros diez días ha habido un poco de todo. Mi key y yo hicimos un viaje al extranjero. Para evitar problemas se me quitó la jaula antes de llegar al aeropuerto y se me puso después de llegar, la jaula de metal viajó tranquilita en el compartimento de maletas. Durante los 4 días que permanecimos en el extranjero estuve siempre enjaulado, pensaba que mi key querría "jugar" algún día, pero estaba muy cansada y se limitó a dormir agarrada a la jaula.
El único hecho reseñable fue que íbamos a entrar a un edificio muy importante. Entramos, sacamos las entradas, nos vamos despojando de ropa para ir al torno de seguridad y de pronto mi key me agarra de la muñeca y me dice: "la jaula!" yo me quedo parado a metro y medio del torno, ni me acordaba, completamente alienado con la jaula estoy, nos damos la vuelta y empezamos a hablar entre nosotros que qué hacer. Por un lado me puedo arriesgar a pasar pero por la importancia del sitio va a saltar el detector de metales y habrá que dar una explicación en público en otro idioma; la otra opción es intentar quitarla antes, pregunto pero el WC está al otro lado del torno, en el hall hay demasiada gente para bajarme los pantalones y quitármela; la última opción salir a la calle, hace un frio de muerte y hay cámaras por todas partes, además, una vez quitada ¿Qué hacemos con ella? volverá a pitar el torno aunque la llevemos en un bolso y habrá que explicar que es eso. Al final, y ante la atenta mirada de los de seguridad que no nos quitaban ojo, decidimos volver a ponernos los abrigos y salir tranquilamente sin entrar. Debo reconocer que la situación fue un poco tensa y no tan excitante como parece.
Otra situación fue cuando entramos en un enorme sex shop gay, cuando digo enorme es porque era enorme, habitaciones y más habitaciones con ropa super gay, y unos pequeños estantes repartidos por el local con juguetes. Me sorprendió ver jaulas de castidad en uno de ellos, aunque eran enormes, para pollas grandes o muy grandes. El que más destacaba era como 5 veces más grande que la que yo llevo. En fin. Luego fuimos a otro sex shop que estaba al lado, este dirigido casi exclusivamente al placer femenino. Era un pequeño local decorado con mucho esmero y atención. Allí la dependiente nos atendió en castellano y mi key quería un arnés de cuero. Mientras hablaba con la dependienta sobre el arnés, la dependienta me echo una mirada de arriba a abajo y se sonrió, ella claramente sabía quién iba a ser la víctima del arnés. Después de ver varios, se decidió por uno en concreto, la dependienta me miró a mi y me preguntó qué me parecía, yo hice una media sonrisa y me sonrojé sin contestar, a lo que la dependienta se sonrió y dijo que yo no opinaba, ni que decir tiene que lo pague yo. Mi key le preguntó luego por si tenían jaulas de castidad señalándome a mi y diciéndole que me tenía en castidad y que quería una jaula más pequeña. La dependienta primero no sabía que de que le hablaba, luego de una breve explicación de mi key, la dependienta habló en su idioma con la dueña de la tienda para luego decir que no vendían ese producto. Por último, la dependienta y mi key empezaron a hablar sobre los vibradores y los dildos. Mi key estaba encantada con todo pero los precios eran prohibitivos. Finalmente, empezaron a hablar de los dildos, eran de mucha calidad y caros, en un momento dado la dependienta cogió uno y le dijo a mi key que era de buena calidad y perfecto para lo que ella buscaba. Mi key le sonrió y le dijo que estaba muy bien pero que era muy caro y ella quería ir progresando con el tamaño para gastarse tanto dinero en ese y luego dejar de usarlo. La verdad es que me sorprendió esa respuesta tan clara. Salimos del local entre miraditas y cuchicheo inteligibles en otro idioma.
Por lo demás, en estos diez días sólo se me ha permitido una erección. El día de vuelta del viaje por la mañana mi key abrio la jaula para que me la limpiara y guardarla ya en la maleta. Nada más quitar la jaula mi pene se puso duro, sin dar tiempo a quitar el aro. Mi key jugó un poco con el pene, lo lamió y lo masturbó antes de dejarla y decirme que me relajara y me duchara. Me costó un buen rato conseguir que bajara la erección. Luego me duché y nos fuimos. Al llegar a España por la tarde mi key me puso la jaula en cuanto llegamos, pero me hizo decírmelo a mi. Ella quería que yo le pidiera que pusiera la jaula y yo lo hice.
Desde entonces no nos hemos visto, han pasado 3 días. Hemos hablado sobre lo que me espera de la castidad sin periodo de tiempo fijo. A ella no le gusta llamarlo castidad permanente, así que hemos acuñado la definición "castidad indefinida". A mi me gustaría superar o doblar el tiempo del locktober, ella no está muy segura de lo que quiere. Le gusta que esté en castidad, completamente negado y frustrado pero no ve lo de permanente claro. De momento me ha pasado las nuevas reglas y ya me ha dicho que a partir de la semana que viene vuelvo al entrenamiento diario con el plug anal. Quiere estrenar el arnés lo antes posible. Ya me ha asegurado que no voy a tener ninguna eyaculación en breve. Quizás liberaciones para bordearme pero que dependerá de lo que le apetezca. Quiere verme gotear.
Yo ahora mismo no sé sus intenciones, si pretende profundizar en la castidad a su ritmo o si quiere escarmentarme para que lo deje y pida que me la quite. Hemos hablado sobre el pegging, cuernos, tamaños de jaula, etc. Tenemos claro que el pegging a un casto enjaulado significa una transferencia de poder bastante grande y más cuando el enjaulado no puede nunca siquiera eyacular sin el permiso de ella. Además ella siempre se masturba cuando hace el pegging y se corre, le encanta. Esa transferencia de poder lleva a que el casto se haga más sumiso, creo que es evidente. Si al casto solo se le acostumbra a obtener placer por enculamiento, ese sometimiento será cada vez mayor. Sobre los cuernos, bueno, ella ya me los ha puesto antes, ahora mismo no lo ve claro pero a ella le encanta follar, ser empotrada y tiene claro que yo no lo voy a poder hacer ya que no podría aguantar ni darle lo que ella quiere con mi pene. Se plantea los retardantes pero ya veremos. Me quedo con una frase que me dijo durante el locktober: "si esto se alarga ten claro que YO follaré"
Bueno, ahí van las reglas, más o menos son las misas del locktober:
1. Siempre llevarás la jaula. Solo te la puedes quitar con mi permiso o en caso de urgencia (que me tendrás que avisar en cuanto te sea posible). Para ir al gimnasio te la puedes quitar, te la quitas en los baños del gym y te la vuelves a poner después de ducharte.
2. El sexo es un servicio para mi.
3. No decides cuándo, cómo o con qué frecuencia sucede el sexo.
4. No tienes derecho al sexo.
5. No debes tener ninguna expectativa respecto al sexo.
6. No debe demostrar ninguna emoción que indique insatisfacción con mis decisiones con respecto al sexo, la jaula o lo relacionado con este tema. Admitiré que me digas si con algo no estás totalmente de acuerdo, pero dentro de lo razonable.
7. No puedes mastrubarte ni dentro ni fuera de la jaula, ni correrte, por supuesto. Me reservo el derecho a si me apetece masturbarte sin jaula puedo hacerlo, lo que no implica que te vayas a correr. Lo mismo respecto a los frustrados, si me apetece (y te lo ganas) te haré y si no quiero no hay frustrado. E igualmente, si quiero follar contigo.
8. Puedo aceptar que muestres frustración sexual pero dentro de lo razonable.
9. El placer que experimentas mientras me atiendes siempre es secundario al mio.
10. Mientras estoy trabajando no me mandes fotos relacionadas con la jaula. Puedes comentarme cosas relacionadas, pero con moderación.
11. Debes comunicarme cualquier molestia física (dolor de huevos, escozores, este tipo de cosas). Y tratar de que esto no pase (cuida mi XS).
12. La palabra de seguridad seguirá siendo “amarillo”, si la pronuncias en el contexto jaulero te quitaré la jaula y se acabó.
13. Me agradecerás cada mañana ser mantenido en castidad por la noche y por la noche, antes de acostarse, me agradecerás estar en castidad durante el día.
14. Puedo modificar situacionalmente estas o cualquier regla en función de mis necesidades y deseos.
15. Aún no he pensado cuando liberarte, ni la frecuencia con que te bordearé, eyacularas o tendrás un orgasmo arruinado. Me reservo el derecho a ir decidiendo. Voy tomando ideas...
Saludos
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Cerrado
