|
Primero de octubre y primer día del locktober, que nosotros no hacemos de manera oficial pero que posiblemente lo haremos, dado el escaso interés de mi Dueña por el sexo, lo que me lleva a mi a ser cada vez menos atrevido y no tomar casi nunca la iniciativa.
Pero, claro, uno no es de piedra, y como consecuencia de esto en la noche del sábado al domingo la abracé en cucharita y sutilmente coloqué mi mano derecha por debajo de su ombligo mientras apretaba, también suavemente, la jaula contra su trasero, que se que a Ella le encanta sentirla.
Así estábamos, como dormidos, cuando mi mano, como si tuviera vida propia, empezó a bajar de poquito a poquito a ese sitio que todo admiramos. Yo estaba feliz porque pensaba que Ella iba a continuar el asunto, cuando con voz seria dijo "sube la mano y estate quieto". Y así se acabó.
Eso si, la contesté un "gracias por entenderme". Y nos dormimos.
Sigo encerrado y casto, que es como queremos que yo esté.
LA ADORO
|