Inicié en el antiguo Foro, un hilo, relatando mis inicios y mi día a día, como sumiso de mi Señora.
Inicios que se remontan oficialmente a Mayo de 2018 (ya dos años y 7 meses y pico), pues antes éramos una pareja vainilla, aunque yo ya hacía la mayor parte de las cosas de la casa (digamos un 60-70%) y siempre he velado por agradar a mi mujer desde que éramos novios, más de diez años atrás Aquí continuaré el día a día, comentando mi exploración de estas tierras ignotas, esperando el feedback de otros aventureros que con sus parejas se adentran por estos lares de la dominación femenina y la sumisión masculina. De todo se aprende, pero he aprendido mucho y espero seguir aprendiendo de las experiencias de otras parejas que comenzaron desde lo vainilla (aunque uno de los dos fuera dominante o sumiso) La castidad me ha ayudado mucho, tremendamente, en esta andadura. Aunque yo soy sumiso desde que tengo uso de razón (3 años), y a mi Señora, cuando era su novio ya le contaba de mi gusto por ser dominado, he experimentado que el mantenerse en castidad incrementa enormemente la atención sobre tu pareja y en el caso de los sumisos, de someternos a Ellas. Yo, que me masturbaba a diario, incluso en ocasiones más de una vez al día, he logrado tres periodos prolongados ininterrumpidos de castidad sin jaula y uno con periodos más o menos cortos de castidad, con la única y poderosa motivación de ayudar a mi pareja a coger el gusto por ser la parte Dominante de la relación, por la vía de los hechos: viendo que la castidad me pone al 100% preparado para servir, era necesario ir a ese 100%. Tuve un primer periodo de 6 meses, que se interrumpió durante un periodo de varias semanas durante las cuales mi servicio empeoró lo justo para que Ella me dijera "vaya mierda de esclavo" un día en el que Ella ya estaba asumiendo más cosas de la casa de las que le tocaría (pocas pero teniendo supuestamente un esclavo...) momento en el que le volví a proponer castidad. Ese segundo periodo se desarrolló por un juego de semanas puntuables: si sacaba más de un 7 valorado por Ella según mi servicio durante la semana, me permitía masturbarme la semana siguiente. Así estuvimos unos meses, donde había periodos de abstinencia variados, desde una semana hasta casi dos meses (hablo de memoria). Pero ese sistema acabó cansándola y ello derivó en abandono por mi parte de la castidad de nuevo, y tras bajar la calidad de mi servicio en un nuevo "vaya mierda de esclavo" momento a partir del cual le volví a proponer castidad de mi parte indefinida (sólo podría masturbarme con su permiso y en su presencia le propuse) y lo aceptó. Desde entonces 1 año y seis meses logré mantener esa castidad sin jaula, por honor. Que se rompió poco antes del Locktober. Tuve un mes más de castidad y ahora llevo un periodo (de estrés por temas laborales) en que no he conseguido recuperar una castidad prolongada (todas las semanas caigo al menos la mitad de los días) pero con intención de volver a recuperar la castidad antes de que mi servicio y atenciones pierdan mucha calidad (que algo están perdiendo por culpa del trabajo) |
Aunque voy liadísimo, como decía y eso está afectando de alguna manera a la calidad de mi servicio
(he de decir que la comida de hoy me ha salido de bandera, pero en cambio no he barrido el suelo, y de chiripa he puesto una lavadora) tanto tiempo sirviendo deja poso e inercia. Mi Mujer no se ha movido del sofá para hacer nada. E incluso con un lío añadido (se me ha roto el móvil y ando loco haciendo gestiones), me ha tocado hacer lo de siempre: recoger la mesa, fregar cacharros, desinfectar ropa de cole, desinfectar mochilas, desinfectar libros, zapatos ... Por fin esta tarde podré dedicarme un poco a mi curro de nuevo. Pero feliz porque Ella siga empeñada en ser mi Reina y haga que me apañe como pueda en servirla. |
Eso es la felicidad ,día a día.
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Efectivamente, Mari. El día a día es lo genial. Importa el camino más que la meta, y sobre todo el camino acompañado.
Llevo unos días - semanas, como digo un poco laxo con el tema de la castidad. De hecho salvo fines de semana y algún día suelto he estado masturbándome a diario. Eso hace que mi sumisión vaya más suave y que mi dedicación a mi Mujer no sea tan exagerada o intensa (aunque no he parado ni he desobedecido órdenes) En cambio mi Mujer sigue al nivel de exigencia al que había llegado de mi mano. Es decir: sigue esperando de mí lo mismo. Y si es tedioso tener que hacer las mismas cosas día a día mientras Ella se tumba en el sofá, se espera igualmente que las haga. Esta tarde, como se me había roto el móvil antiguo un par de días atrás y me ha llegado el nuevo a mediodía, tras comer me he puesto a configurar el nuevo, adaptar (recortar) la SIM que era antigua a microSIM, etc ... y eso ha hecho que las mochilas se quedaran aún sin desinfectar y cuando se iba las ha visto. Pues me ha echado una pequeña bronca y me ha conminado a hacerlo "antes de que los peques vayan a tocar algo de las mismas". Esa determinación suya, y saber que ha costado llegar a que Ella tome ese mínimo grado de mando sobre mí, me ha hecho decidir, de nuevo tratar de mantenerme en castidad. Voy a intentar de nuevo, arrancar y aguantar mínimo una semana. A ver si me atrevo este finde que apunta a "fiesta" a sacar el tema, le comento que me he estado masturbando y a ver qué le parece si le gustaría tomar ese control sobre mí, aunque sea "de honor" y que no dependa sólo de mi compromiso de no masturbarme. Igual lo sigue viendo irrelevante y ese punto le da igual mientras lo demás no flojee. Por el momento y a partir de hoy mismo (aprovechando que hoy no me he tocado) arranco con un periodo de castidad mínimo de una semana; y si Ella se anima, de nuevo indefinido. |
Segundo día de castidad. De momento bien, sin tocarme. Vamos calentando motores ...
El servicio como siempre. Aunque por las mañanas como me ve tan liado, está haciendo las camas de los peques. Igual debería retomar ese trabajo que es más propio del sirviente y nada apropiado para la Señora. (Son esos pequeños detalles los que marcan el estar o no en castidad: que pases un poco, relajes el esfuerzo y "te dejes ayudar" algo o que en cambio estés en todo para que Ella esté como una Reina) |
He leído en algunos sitios a gente sentar cátedra sobre que no se puede invitar con éxito a tu pareja a una vida de dominación sobre uno mismo.
Pues bien, tanto mi experiencia como muchas que se han expresado en este foro (bueno, en el anterior de Foro de Control de Castidad, y espero que en éste os animéis de nuevo a contar vuestras experiencias y a otra nueva gente que pueda recalar por aquí), desmienten esas opiniones. Quiero animar a aquellos sumisos emparejados a dos cosas: 1) Que no renuncien a vivir su parte de sexualidad sumisa 2) Que sobre todo no renuncien a vivirla con su pareja. Es decir, que apuesten por Ella y no busquen fuera ni empiecen caminos deshonestos que no conducen a ningún buen puerto ni a dormir a pierna suelta a poco que se tenga cierto aprecio por la persona que duerme a tu lado. Es decir: se puede. No es imposible. Eso sí, hay que ser generoso y tener en cuenta que requiere de un tiempo largo: raro me parecerán los casos que cuajen en días, o en semanas o incluso en meses. Creo que es cosa de años. Y de años en relaciones de pareja más o menos asentadas. Soy partidario (para los que empiezan) de ser honesto. Yo a mi novia le conté que me ponía ser dominado, un montón. Desde el principio. Y se lo comenté en varias ocasiones. Nunca la presioné para ello. Le conté hasta algún fetiche que tenía durillo como el de la lluvia dorada. Así que no hubo engaños ni sorpresas sobre mí. Y las pocas que salieron ya de casados fueron también sorpresas para mí (como hasta qué punto influye el sentirme dominado o no para alcanzar o no alcanzar un orgasmo por ejemplo) Para los que ya llevan mucho tiempo, también. Ser honesto. Pero también hay que tener en cuenta algo importante: Que probablemente nosotros, a nuestros 25 a nuestros 30, a nuestros 40, a nuestros 50 ya hayamos caminado un larguísimo recorrido mental y sexual por este mundo de la sumisión, incluso algunos experiencial. Y si nuestras parejas no están familiarizadas con este mundo, su recorrido es cero. Ahí hay un salto importante. Y es necesario que seamos nosotros los que retrocedamos hasta el principio y poco a poco, tanto haciéndola nuestra confidente de nuestros sentimientos como por la vía de los hechos, como vía juegos, la invitemos a recorrer los primeros pasos por la experiencia de la dominación. Y hablamos de dominación de Ellas, no nuestra tratando de imponer nuestras fantasías, por ello lo tenemos extremadamente fácil en un sentido: ¿Quién conoce mejor a nuestra mujer que nosotros mismos? Tal vez su madre, pero probablemente nosotros mismos sepamos hasta qué punto le gusta o no que se haga lo que Ella quiere, en un contexto de vida aparentemente normal sin BDSM. ESA ES NUESTRA PRIMERA OBLIGACIÓN: OBSERVAR Observar hasta qué punto le gusta o aprecia que nosotros hagamos caso de sus opiniones, sus peticiones, sus deseos, de forma NATURAL. Observar su gestos, sus respuestas. Es casi seguro que de novios todos nos hemos desvivido por nuestras chicas, estando al detalle, buscando su bienestar. Y esas primeras experiencias ya nos habrán dado mucha información y feedback de nuestra chica en ese aspecto. La convivencia es otro ámbito en el que vamos a descubrir lo que le gusta y lo que le gusta que hagamos nosotros. Mi chica, aparentemente sumisa incluso en lo sexual, aparentemente dócil y adaptable a todo hasta casi el extremo, tras esa apariencia tiene un núcleo egoistilla que es delicioso para un sumiso. Mi actitud, tanto desde novios como ya de casado ha sido por defecto la de agradarla, pero los escasos errores o cosas que he mostrado que no le han gustado nada me lo ha hecho saber de una forma dura, lo que llamo el castigo de hielo (no hablarme o peor, hablarme para hacerme daño, como si quisiese cortar etc ...) Eso me ha enseñado que mi actitud con Ella más vale que sea la de agradarla, en todo, pero sobre todo en lo importante que es lo que más valora. Por otro lado su pereza con las cosas de la casa, en el día a día de la convivencia desencadenó para placer de Ella (y por supuesto mío) el que yo propusiera iniciar los juegos de esclavitud en los que Ella sería la Jefa, mandaría y se vería libre de las labores domésticas mientras yo me tendría que encargar de todo. Como trabajo en casa, era yo el que me ocupaba de los niños (trae y lleva al cole) y el que hacía un porcentaje significativo de las cosas de la casa (digamos que un 60% que si sumamos las responsabilidades de los peques la cosa puede subir a un 70-80% si medimos en tiempo esa dedicación) Ella prácticamente tenía el cocinar como obligación y alguna que otra labor en fin de semana. Cocinaba en fin de semana y congelaba. Algún día suelto, creo recordar era yo el que hacía comida. Y otro igual nos íbamos fuera a comer (hablo de hace tres años casi) El caso es que un día se hartó y dijo que por qué tenía Ella que estar pringada todos los fines de semana con la comida cuando quería descansar (sin tener en cuenta que yo iba el doble de pringado que Ella todos los días de la semana con el pequeño detalle de que yo también trabajo profesionalmente y lo tengo que compaginar igual que Ella) -me encanta: ese punto egoistilla que de cuando en cuando le sale...- Ahí vi el cielo abierto para dar un empujón a nuestra relación hacia mi sometimiento, con su permiso, como indica el título de mi post. Y mi grata sorpresa, que le gustó mi propuesta. Tanto le gustó a rasgos generales que un mes después (o unos meses después, ya no recuerdo: tendría que consultar mis escritos) me confesó que "no le importaría que fuese así para siempre" No estamos hablando de que "se vista de cuero, ni de que blanda un látigo, ni de que me haga dormir en el suelo, me haga lluvia dorada, me ponga los cuernos, me vista de criada o me de por culo con un arnés", cosas que seguramente muchas de ellas nos pondría a la mayoría de los lectores por las nubes vernos en esa situación de mano de nuestras mujeres. Importa lo que Ellas deseen, no nuestros deseos. Esa idea debe predominar tanto en nuestras mentes como estar claro en las de Ellas. Lo cortés no quita lo valiente y estimo importante transmitir a nuestra Mujer nuestros sentimientos. A veces cuesta porque son cosas que suelen romper el "ámbito de confort" y el "statu quo" de la pareja, tanto suyo como nuestro. Y a menudo parece fuera de contexto (aunque podemos elegir los mejores momentos e incluso construir contextos en la medida de lo posible). Pero es bueno para que avancen en la seguridad de que romper a SU favor ese normalmente ideal correcto del tanto monta monta tanto, 50%-50% de equidad, no es tan mala idea, dándoles a entender de forma clara que por nuestra parte lo deseamos fuertemente y que para Ellas tiene ventajas de todo tipo. Y luego llegan cosas por añadidura. Ya conté que experimentamos con lo de dormir en el suelo (yo) al pie de la cama, mientras Ella disfrutaba de toda la cama - y con el frío también hemos probado el yo dormir a sus pies, cosa que le da calorcito- Aún lo ve excesivo y normalmente no lo hacemos pero ya hay un precedente. Que lo vea raro le puede frenar porque se sale demasiado del "espacio de confort" y puede predominar esa incomodidad de hacer algo inusual a las ventajas o comodidades de practicarlo. Pero queda precedente. Si le ha gustado, cuando se sienta con ganas de hacerlo lo hará, y yo me tendré que plegar, me apetezca o no dormir bajo las sábanas a sus pies (con sus pies junto a mi pecho, mi cuello o mi cara) o bajarme al suelo. (Es un ejemplo) Luego cosas que antes podían quedar fuera del espacio de confort, ya se han incorporado a la RUTINA y normalidad: que yo haga todas las labores de la casa de forma sistemática e incluso Ella de cuando en cuando me indique concretamente que haga alguna u otra cosa, asumiendo que yo soy el criado y Ella la Jefa. Es decir, que esos empujoncitos bien dados en el momento adecuado para salir de la zona de confort en algunas ocasiones fructifican y pasan a ser la nueva zona de confort. ¡Quién me iba a decir hace tres años que mi Mujer me iba a mandar planchar tan o cual prenda! o me iba a indicar que se quiere duchar (con la orden implícita de que le prepare la ducha: correr el agua para que llegue el agua caliente, poner la alfombrilla en el suelo, doblarle la toalla en el mueble junto a la ducha y si hace falta prepararle una muda) Sólo han pasado dos años y medio desde que arrancamos estos juegos. Dos años y medio es nada dentro de una relación a largo plazo. Haciendo balance me parece increíble. Mucho más de lo que hubiera podido soñar. Falta mucho por recorrer. Creo que sería bueno para consolidar su dominación sobre mí que saliese de Ella el enfadarse e incluso castigarme (a su modo, aunque fuera con el castigo de hielo) si no cumplo con las expectativas de mi servidumbre. Ese paso veo que cuesta. Yo sí le he comentado que lo deseo y que creo que sería bueno a largo plazo para que realmente "fuese para siempre", porque somos humanos y aunque lo que "me sale" es ser sumiso, las personas somos complejas y hay vaivenes, épocas, periodos, y una mínima disciplina ayudaría a mantenerme en ese lugar sub. Pero una vez más hay que salir de la zona de confort. Ella se enfada por pocas cosas. Cuando lo hace de verdad, es muy dura, pero es poco enfadona y menos con las cosas de casa: nunca ha sido una chica que haya dado importancia a la limpieza: lo justo para no vivir en una pocilga. Al orden más, pero sin pasarse. Luego, lógicamente no me va a exigir en ese campo más de lo que Ella estima. Pero luego ha habido en estos meses, sobre todo en estos últimos meses que dejé la castidad un poco apartada, momentos en que no he sido tan sistemático al obedecer sus peticiones (también coincide que tengo mucho trabajo) y ahí podía haber dado el paso y haberme castigado en alguna ocasión. No ha dado ese paso. Quizás debería plantearlo como un juego, de la misma manera que empezamos con lo demás y que coja costumbre y normalidad. Y ya, cuando se canse del juego, podrá aplicarlo cuando le salga de sus maravillosos ovarios de forma natural. |
Tercer día sin masturbarme. Si aguanto hoy, empalmo con el fin de semana donde estimo que me tocará darle placer y quedarme yo a dos velas (además fin de semana, tras su regla, cuando más ganas tiene de tener orgasmo ¡qué ganas de darle uno de los buenos y vea cómo yo me quedo sin el mío!)
Obviamente mis ganas de someterme a mi esposa van en aumento, y van más allá de la inercia de las obligaciones hechas rutina por estos años de servidumbre. Esta madrugada, a media hora de tocar la alarma, se ha levantado para hacer un pis al baño. Al volver y acostarse decía que tenía frío. He traído otra manta para abrigarla y por mi cuenta y riesgo me he acostado bajo las mantas, a sus pies, - como le he dicho, como calefacción natural para sus pies- y no creáis que me ha dicho "no, sube aquí", qué va... así se ha quedado tan ricamente. Al rato con el calorcito las piernas que tenía encogidas, las ha relajado y estirado un poco. Yo me he quedado dormido así, hasta que ha sonado la alarma y creo que Ella también. El estar solo en el despacho de casa me lo pone difícil para no masturbarme. Más con estas experiencias y al pensar en mi mujer, mi Señora y la situación. Me dan muchas ganas, para qué decir otra cosa. Pero por otra parte me encanta volver a sentir con más fuerza estas ganas de someterme a ella. Si quiero, como decía ayer salir de la zona de confort (y sacarla a ella también, de esa zona de confort para crear una nueva en la que ella tenga aún más poder sobre mí) debo tener motivación suficiente y para ello veo que es necesario mantener la castidad. Oigo que mis peques se han levantado (por la pandemia aquí las autoridades locales decidieron que un día a la semana el cole era desde casa, y toca hoy), así que me toca hacer las camas y la habitación... |
Día provechoso hasta el momento. Cero masturbación, tarea de trabajo avanzada y tareas domésticas en progreso.
La comida le ha gustado mucho (he hecho un plato de tallarines con pescado y un toque de picante) -siempre suelo hacer alguna cosa especial que le pueda gustar mucho para los viernes, aunque no sea tan sano como el resto de la semana, pero hoy he aunado el que le guste mucho con el que sea una comida bien sana. Me ha tocado hoy ir a hacer la compra (hoy es mucho más seguro que el sábado por el tema Covid) y efectivamente el Mercadona estaba bastante vacío (menos incluso que otros días que he ido entre semana), así que he comprado con total tranquilidad. Como ya conté, como medida de seguridad familiar anti Covid, limpio minuciosamente todos los productos comprados con una solución de lejía en agua que pulverizo sobre cada artículo comprado pasando luego una bayeta limpia para extender la lejía a todos los rincones. Para la fruta pongo cubos con agua y lejía y la dejo un tiempo, luego aclaro y seco pieza a pieza. He desarrollado ya habilidades para hacer este trabajo relativamente deprisa (por ejemplo para secar la fruta de forma rápida despliego una toalla limpia y seca sobre la que voy poniendo varias piezas de la fruta, envuelvo y "ruedo" la fruta dentro de la toalla: sale toda seca jeje... Lo que antes me llevaba una hora de reloj ahora lo hago en la mitad de tiempo Antes de escribir había terminado de desinfectar y guardar lo frío (congelados y frigorífico) pero aún me queda el resto de la compra. Cuando acabe de guardar el resto, aún me tocará fregar todos los cacharros de la comida y aún tengo una lavadora por recoger y tender y ropa en el tendedero para recoger y guardar ... La delicia es ver a mi mujer en el sofá cuando he llegado, durmiendo plácidamente, y poder ir a darle un beso llamándola mi Reina cuando ha ido al baño a cambiarse, dejando por un momento mi tarea para darle mi cariño y reconocimiento, y que Ella lo vea absolutamente normal y normalizado y me añada: "esta noche, cuando tires la basura, tienes que ir al chino" (hay que comprar papel de regalo para los regalos de Navidad) Hay otra rutina que tenemos cuando se marcha al trabajo. Los zapatos los deja en la entrada (yo desinfecto las suelas a su llegada, así como las llaves y el bolso o lo que me deje para desinfectar: a veces su cinturón o lo que sea). Pues mientras se pone los zapatos (no le gusta que sea yo el que se los ponga, aunque sería comodísimo para Ella que no tendría que agacharse, pero Ella manda), yo le cojo el bolso, le meto el móvil si lo ha sacado y le saco la llave del coche porque le gusta llevarla a mano y no tener que buscarla al llegar al coche. Y espero con el bolso y la llave en la mano para dárselo a que termine de ponerse los zapatos y lavarse con el gel. Se lo doy y nos despedimos Todas estas tonterías son super intensas cuando se viven en sumisa castidad Bueno, me voy a currar que tengo faena (todo lo que he contado y alguna cosa más: retoque de frigo y de baño probablemente) y luego curre del curro, que he de seguir avanzando tarea. Y aunque el cuerpo me pide descansar ... si soy su esclavo, lo soy para lo bueno y para lo malo, me tengo que aguantar. |
Cuando ha llegado por la tarde, la casa estaba bien ordenadita, como le gusta a Ella y el baño listo para su ducha: alfombrilla puesta, agua que sale caliente nada más abrir el grifo y toalla doblada junto a la ducha.
¡Qué feliz la veo! Buen fin de semana a todos, disfrutad |
Cada dia que lleves sin masturbarte es un triunfo. No pienses en lo que conseguiste en el pasado(agua pasada no mueve molino) sino ser feliz dia a dia con tu compromiso y por supuesto si tu mujer está alegre y contenta es un aliciente más para seguir así.
Enhorabuena. |
Gracias Mej!
Esta mañana en un hueco que quedaba iba a avanzar un poco de mi trabajo laboral (que voy un poco retrasado) y me dice: "hay que hacer la plancha" Así que ahí me he tirado casi una hora planchando. Pensaba hacerlo después de cenar mientras Ella viera la tele, delante de Ella pues plancho ahí mismo. Pero donde manda patrón no manda marinero. Esta noche mi Señora se ha llevado un orgasmo, y yo ... claro, ninguno. Añado dos días más sin correrme al hacer... Aproveché para decirle que llevaba varios días sin correrme, que igual me había visto más servicial estos últimos días ... |
Pues sí Mej, releo tu buen consejo.
Otro día más en castidad, el 15 D fue mi última masturbación. Hoy hago seis días, uno más y cuadro la semana. Los más duros son los días en que estoy solo en casa, en el teletrabajo (y lo típico, uno se atasca en algo, sube la ansiedad y toca gestionarlo: ahí es bueno seguir el consejo de Tiquismiquis e irse a "limpiar el baño" o lo que toque) Me queda hoy, mañana y pasado. Después vienen las vacaciones de mi Señora y si logro empalmar aguanto previsiblemente hasta el 7 de enero. Aunque ahora mismo tengo muchas ganas, voy a pensar en Ella porque realmente me encuentro bastante más servicial si no tengo orgasmo que si lo tengo. Se merece encontrarme sumiso a tope, sobre todo ahora que enseguida vienen sus vacaciones. |
Tu mujer, como todas las nuestras se merecen todos los orgasmos que ellas quieran o necesiten.
Que nosotros se los proporcionemos y nos quedemos calientes sin descargarnos y con ganas de volver a repetir cuando ellas quieran no tiene precio. Cuando uno lo experimenta es maravilloso. Por lo tanto, ¡qué envidia me das! Enhorabuena. Lo de decirle el tiempo que llevas aguantándote para tenerla como una señorona es bueno si no la atosigas con los comentarios. Sobre las masturbaciones y eyaculaciones... Aguanta, no lo hagas por ella. Un dia más es un triunfo. Yo me despierto empalmado y "me toco" en la cama (sin eyacular, llevo 44 dias ya así y me encanta no correrme). Ella lo sabe e intenta que no me masturbe, pero es algo compulsivo, ansiedad o yo que sé. Este tema dá para otro hilo: el intentar controlar las erecciones nocturnas no teniendo jaula. Y por lo del final. Sus vacaciones son suyas. Que las disfrute a tope. Ya sabes lo que te toca. |
En respuesta a este mensaje publicado por peqe75
Acabo de leer tu larguisimo mensaje del 17-dic.
Estoy de acuerdo en mucho de lo que dices. Todo se va consiguiendo poco a poco y con la observación de sus gustos. Pero en lo que no estoy de acuerdo en que todo lo debe hacer el sumiso para agradar a su mujer. Seguro que hay cosillas que a la pareja le encanta o disfruta haciendolo, como por ejemplo podria ser cocinar o hacer postres u a otra persona le gustaría limpiar o tener las estanterias ordenadas como a ella le gustase o salir con las amigas. Todo es saber qué es lo que le gusta a la otra persona para fomentárselo y se pueda divertir y disfrutar. Para el resto tendrá que estar el sumiso, para realizar esas tareas engorrosas. Además, no estoy de acuerdo en que te tenga que regañar o enfadarse contigo porque te olvidas o haces algo mal. Hay que aprender a ser proactivo y saber lo que le gusta y hacerlo antes de que te lo pida y por consiguiente no llegar nunca a ese extremo. Una forma de agradar es ofrecerle cuando no se lo espera algún obsequio tal como una madalena cuando está viendo la tele o preguntarle si quiere que hagas palomitas cuando estais viendo una película o taparla cuando se duerme en el sofá. Lo de dormir bajo la cama lo veo excesivo. Se debería tener una actitud normal y siempre cuidando y protegiendo a la pareja, no abandonandola incluso aunque sea para dejar la cama para ella sola. En todo caso debería salir de su boca esa petición. Me gusta tu esfuerzo por agradarla, pero piensa que es una persona que quiere una vida normal con su marido, agradable y sobre todo cómoda. Seguro que quiere al hombre con el que se casó y que la cuida y la mima a más no poder, pero no al chico de lo recados, que de esos hay muchos. |
Hola Mej!
Sí, bueno. Cuando digo "todo lo debe hacer el sumiso", sobreentiendo que si Ella quiere hacer algo en concreto, obviamente el sumiso nada tiene que decir al respecto. De hecho a mi mujer le está gustando mucho hacer dulces. Mi papel es comprar los ingredientes que me pide, cuando voy a la compra (o ir expresamente, como me va a tocar seguramente este mediodía) y por supuesto fregar los cacharros y hacerle de pinche, por defecto. Cuando Ella tiene rachas de hacer ciertas cosas de la casa, le pregunto si quiere que lo haga yo o que en cuanto quiera me pase el testigo, simplemente para que si lo hace no sea porque "se siente en la obligación" sino que lo hace porque realmente le apetece en ese momento. Y a veces me pasa el testigo y otras veces no. Así tiene el mejor de los mundos: puede darle por jugar a ama de casa, porque le apetezca por relax un día concreto (hasta cierto punto, porque siempre hay tareas que rara vez hace Ella) pero sin la obligación de que sea algo que hacer todos los días o todos los fines de semana, sino que es algo que "me toca a mí" pero que Ella puede de cuando en cuando "ayudar" o hacer porque le apetezca. Sobre los castigos o regañinas, yo lo planteo como precisamente un extremo. Es decir: que en general no me tenga que regañar ni que castigar pero que si la situación lo requiere, no se corte ni se prive de hacerlo. Es decir, que ambos sintamos que eso puede ocurrir. Me cuesta mucho precisamente transmitir esa idea: que no parezca que yo estoy deseando un castigo (porque además en ese caso Ella sentirá que no es un castigo en caso de que le guste la idea de poder castigarme si no está complacida con algo), pero que vea que para mí sería importante estar convencido de que Ella me castigaría si aflojara en mi dedicación o en mi obediencia. Es una cuestión psicológica: que Ella de verdad pueda sentir que tiene libertad para castigarme cuando quiera y yo de verdad sienta que Ella lo siente así. Aunque luego en todo un mes no se produzca ni un solo castigo. Y de alguna manera es necesario. Creo que a largo plazo es necesaria la disciplina. Fíjate que con el tema de la castidad he estado más de un año, pero luego me he pasado casi mes y medio prácticamente sin castidad (por cierto: semanita casto!) y de alguna manera flojeando en mi disposición, -aunque mi servicio se ha mantenido más o menos parecido, mi proactividad bajaba e incluso alguna queja o remoloneo he tenido- Si hubiera habido castigo por su parte me habría hecho reaccionar, estoy seguro. No somos máquinas, somos seres humanos. Soy sumiso porque estoy dispuesto a someterme incluso a una disciplina y lo hago sin que tenga que aplicarla demasiado pero que sí exista esa posibilidad para que cubra mis carencias cuando se produzcan- Sé que para lo importante tengo el castigo asegurado, sin que tenga que decirle nada. Porque ya he tenido algunos de esos. El castigo de hielo que digo yo: de repente sus palabras son cuchillos que hieren el corazón y sabes que estás "out", estás fuera. No se lo deseo ni a mi mayor enemigo si lo tuviera. Es muy doloroso. Nunca me han dado latigazos pero estoy seguro que una sesión media de latigazos no duele más que su castigo de hielo. Y me modifica realmente el comportamiento. Si una vez fui bocazas con su hermano y Ella me hizo lo que ya conté al respecto, ya nunca más he sido bocazas, al contrario: sólo quiero agradar, a Ella y a su hermano, a su hermana, a sus padres, ... las veces que nos hemos reunido. Ya pa siempre. Lo que me falta (cada vez menos) es para lo de diario. Y digo cada vez menos porque no es sólo que me pudiera castigar porque no he hecho la plancha y necesite tan o cual prenda en un momento dado (que sería interesante para darme la señal de que eso no vuelva a pasar) sino el hecho de que concretamente pida ser servida, pida que yo tenga que hacer tal o cual cosa. Eso es estímulo (no sólo de castigo vive el hombre). El gran estímulo saber que Ella me quiere así, a su servicio. Que esté contenta con la situación. Y ese "estar contenta" en el día a día no siempre se aprecia. Pero en el momento en que ves que asume con normalidad que uno tiene la obligación de la plancha y me pide tal o cual prenda, para mí eso ya es un estímulo y un avance de gigante. Al final el gran motor es la idea de que Ella quiere que sea así para siempre, sin vuelta atrás. Lo del castigo es una doble vuelta de tuerca más: 1) Que obviamente para evitar un segundo, uno reacciona y quiere perfeccionarse más para evitar lo que a Ella le desagrada (se te mete más profundamente en el cerebro) 2) Que te da el mensaje claro que Ella está dispuesta a llegar tan lejos como lastimarte (física o mentalmente) algo, con tal de que no se den pasos atrás en la relación de dominación. Es decir, es un potente mensaje de que Ella te quiere a su servicio siempre y que no hay vuelta a una vida anterior si Ella no quiere. Por eso para mí sería rizar el rizo. Hacer cumbre. Por supuesto, llegado ahí mi idea no sería tentarla a que me castigara, sino, satisfacerla y ser proactivo y minimizar esos castigos por su parte. Mi duda es si para llegar a salir de la zona de confort sería bueno planteárselo como un juego añadido o no. No lo tengo claro. Sólo tengo claro o intuyo mejor que a medio largo plazo tiene su importancia para que ésto se consolide bien. Ese es mi día a día desde que la conozco y fue mi novia. Es la base. Para mí "lo normal" no es una guía. Si lo fuera, tampoco es normal obedecer en todo a tu mujer: no es la norma. Lo normal es un fifty-fifty o un 40-60 o 60-40 ¿verdad? Así que ya de salida, nos salimos de la norma. Y partimos de una relación en la que al menos tácitamente (aunque la realidad no fuera así) se aceptaba ese 50-50 Ha habido que romper ese acuerdo tácito y experimentar otro acuerdo que es el de 90-10 o 100-0 Y en eso estamos Lo de dormir en el suelo o dormir en la cama pero a sus pies (lugar que de cuando en cuando en estas frías noches ocupo si me dice que tiene frío) no es ni menos normal ni más normal. Yo he conocido a una pareja que dormían en cuartos separados. Se querían con locura, pero decían encogiéndose de hombros "es que nosotros somos así" Y ahí siguen juntitos. Sí estoy de acuerdo contigo en que "tiene que salir de ella", pero volvemos a lo de la zona de confort. Hay cosas que nunca saldrán de la otra parte porque hay una inercia difícil de romper. Mi manera de proceder es donde veo oportunidad es ofrecer la experiencia vía hechos. Que luego no le gusta, reculo. Lo de dormir en el suelo finalmente tras varias noches (diez días o así creo recordar), me dijo que arriba, que a la cama (era verano, igual tardó tanto porque algo le gustó dormir a pierna suelta con toda la cama de matrimonio para ella) pero le dió (pienso) cierto vértigo hacerlo costumbre. Ya ha tenido la experiencia. Yo ya puedo nombrar de forma natural el "si quieres que vaya al suelo..." y si alguna vez quiere, no hay ninguna duda de que aunque no me apetezca, me tocará. Ojo, que lo del suelo comenzó a raíz de que en una excursión a una casa rural con sus hermanos, nos tocó una habitación con dos camas individuales. Una para ella y yo y otra para los peques. Se acostó ella primero y me dijo medio en broma: "la cama para mí, tú al suelo, que estoy muy bien así" y yo lo hice literal cuando me acosté lo hice en el suelo con mantas (pasando un frío de narices porque era en pleno Gredos en Noviembre) y la cosa es que aunque le sorprendió, le gustó y las tres noches que estuvimos las pasamos así, yo en el suelo. Ser chico de los recados y ser el hombre que la ama no está reñido, ni está escrito de qué forma debe expresarse esa normalidad en la pareja. |
En respuesta a este mensaje publicado por Mej
Hola Mej!
Ayer precisamente leí en otro foro (pero de habla inglesa) un hilo similar donde alguien planteaba algo parecido a mis inquietudes, en concreto sobre cómo hacer que Ella superara el "sentimiento de culpa". Las opiniones eran muy similares a la tuya, pero me gustó mucho una que se ponía en el sitio de Ellas y cómo lo enfocaba: "que el ayudar puede hacerla sentir útil" Es decir, que tienen bien claro quién tiene que hacer las cosas "por defecto" pero está bien (para la parte sumisa) pensar que si nos ayudan no es porque no quieran que las sirvamos sino porque realmente les apetece ayudar, por ejemplo porque se sienten útiles ... con la libertad de que en el momento que quieren se van al sofá a descansar ... y nosotros no: nos toca terminar la tarea aunque Ellas se vayan a la cama a dormir. Entre lo tuyo y lo que leí, me ayudó para que ayer mientras me ayudaba un poco con algunas cosas, sentirme más relajado y contento de ello, pensando en que eso colaboraba a su felicidad. Obviamente lo gordo me tocó a mí y en cuanto se cansó, me dejó con toda la faena "as usual" |
Por cierto, un día más de castidad, y van 8
Mañana empieza ella las vacaciones, yo tendré menos días de trabajo (aunque me queda faena y no podré coger yo plenamente vacaciones) pero al no estar tanto al ordenador, por una parte no podré escribir tanto por aquí (lo retomaré con fuerza a partir del 7 de enero, aunque algo pueda escribir de cuando en cuando) y por otra parte tendré muchos menos momentos de debilidad que pongan en riesgo la castidad, así que espero pasar de año casto de nuevo, como hice el año pasado. Con suerte a la vuelta de estas largas vacaciones navideñas me planto a las puertas del mes de castidad. |
Me encanta recibirla con las tareas hechas y la comida en la mesa. Cuando se ha sentado en su silla, ya estaban todos los platos servidos, y tras sentarse yo he permanecido un poco, de pie, para servirle agua en su vaso (no bebe vino o cerveza ni yo tampoco); por un momento me he sentido y comportado como un camarero. Creo que le gusta.
Luego sí han venido los peques en tromba y nos hemos sentado todos a comer. Tras comer me he tenido que ir a hacer la compra (un poco más especial ya pensando en Nochebuena y Navidad) con algunos mandados que quería que comprara mientras Ella se ha quedado cómodamente en casa viendo la tele. Nada de lo que podía hacerse de tareas domésticas lo ha hecho -ni falta que hace- Una lavadora que ha terminado ahí está para tender. Los platos de la comida: ahí están para fregarlos y la mesa para limpiarla. Sobre la compra no me ha dicho: te ayudo a desinfectar: ahí está toda para ir desinfectándola y guardándola ahora por mí y un tendedero cargado de ropa que ya estará seca ha quedado también íntegro para mí. Más bien me ha echado una pequeña bronca porque he comprado los langostinos cocidos en la pescadería "a granel" con lo que no es posible desinfectarlos: le he dado la solución (que ya había pensado ella) de darles una cocción extra con agua con sal igual unas horas antes y luego volverlos a meter al fresco, Al irse, la rutina de siempre, de pasarle el bolso y la llave del coche pero he añadido: "Aquí lo tienes, Jefa" y al despedirme "que tengas una buena última tarde en el curro, Reina" Lo de Jefa hace mucho que no lo decía. Pero en este contexto le tiene que sonar fenomenal pues está totalmente cargada de contenido: es mi jefa de verdad. Y ahí me ha quedado el corte... que ahora me toca bregar duro con todo. No he podido evitar la tentación de escribirlo aquí antes. Lo malo que he manchado el calzoncillo de preseminal. Si es que me vuelve loco. Conmigo tiene esclavo para rato, como me ha dicho alguna vez "no tengo arreglo" seguido de un "qué suerte que tengo" Bueno, vuelvo al maravilloso curro de trabajar para mi Jefa, que las cosas no se hacen solas y tengo la entrada llena de bolsas con cosas por desinfectar y guardar ... Por si no añadiera más comentarios, para quien lea: Feliz Navidad Portaos bien y no vayáis a encerraros dentro de las casas de vuestros familiares y/o "allegados", solo en casita con convivientes. Ya habrá tiempo de celebraciones cuando las cosas estén mejor. Salvo que podáis hacerlo al aire libre y a varios metros de distancia. |
En respuesta a este mensaje publicado por peqe75
Exacto Peque
Hacerla feliz no significa ser su exclavo para todo y no dejarla hacer nada. Ella también debe realizarse y hacer lo que le guste y le haga feliz..... y tu ayudarla a ello. Sobre el término "normal" o "no normal" lo pacta la pareja. Dentro de ella se puede realizar de todo sin agredir ni degradar al otro. Quizás mi visión sea distinta a la tuya, pero si a ella le gusta en ocasiones pues correcto. Lo que sí está claro que ellas deciden. Nosotros no debemos indicarlas lo que deben hacer o no hacer. Simplemente ser proactivos para que se sientan bien y sean felices. |
En respuesta a este mensaje publicado por peqe75
Si no tienes arreglo y sigue contigo y se siente feliz, entonces es normal que diga que tiene suerte. Felicidades. Son dias de disfrutar, en lo que nos dejen disfrutar, de la familia. Poco a poco vas perteneciendo a la nuestra, por lo que serán muchos dias y te echaremos de menos, pero todo sea para que seais felices. Disfrutad. |
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