Permiso para presentarme: Cyses

classic Clásica list Lista threaded En Árbol
166 mensajes Opciones
1 ... 6789
Responder | En Árbol
Abrir este mensaje con la vista en árbol
|

Re: Permiso para presentarme: Cyses

Cyses
Lamento una ausencia tan prolongada, pero en realidad apenas tenía nada que contar, puesto que mi Señora ya no ejercía como tal y la idea de pertenecer a una amiga suya no llegó a cuajar y hace meses que no sé nada de ella. Aunque he seguido leyendo el Foro e incluso creo recordar que he respondido algo alguna vez, ha sido todo muy aislado y ocasional. Digamos que he estado pasando una temporada libre hasta hace una semana, cuando mi Señora me volvió a llamar. Me quedé alucinado, claro, porque hacía mucho que no me mandaba mensajes, pero no me atreví a preguntarle si su relación iba bien (lo estaba intentando de nuevo con su ex marido) o si estaba en un paréntesis o directamente le apetecía ponerle los cuernos. De hecho, cuando le pedí permiso para preguntarle cómo le iba y qué tal en este tiempo, me lo negó.

Este mes ha sido su cumpleaños y me dijo que iba a celebrarlo con sus amigas pero que, ya que yo siempre le insistía en que era su esclavo y le pertenecía, también quería disfrutar de eso y me llamaba para una sesión a modo de regalo para ella. Acepté, por supuesto, me faltó tiempo, y fui a su casa el día que me dijo. Al principio todo fue como otras veces, me desnudé, besé sus zapatos, me castigó y me humilló, pero de pronto me quitó el cinturón de castidad y me dijo, directamente, que le apetecía follar y que iba a hacerlo conmigo. Creí morirme del gusto, claro, así que por una vez en mucho tiempo pude disfrutar de estar con una mujer con toda libertad, besándola, acariciándola, tocándola por todas partes… hasta que caí. Mi erección fue bajando sin control alguno y sin saber por qué, porque estaba excitado y deseoso como pocas veces, pero tuve un gatillazo.

Al principio se mostró comprensiva y amable, los dos sentados en su sofá, ella ya con una camiseta larga y yo aún desnudo. Pero, cuando se acabó el cigarrillo que fumaba, se transformó de nuevo en un Ama y esta vez en un Ama insatisfecha y enfadada. Esa misma noche comenzó mi castigo, pocas o más bien nunca la había visto tan enfadada ni me había azotado con tanta crueldad, insultándome de todas las maneras posibles, golpeando sin apenas miramientos y amenazándome con cosas terribles. Pero lo peor fue que, en un momento en que estaba tumbado boca abajo en la cama, con el culo levantado por dos almohadones, me corrí mientras me azotaba con la paleta de madera.
Podéis imaginar cómo le puso aquello, que todavía llevo marcas en mi cuerpo de sus látigos y que me duele el culo cuando me siento. Perdí la cuenta de los azotes, las patadas en el culo o los bofetones que me dio, pero en cambio recuerdo todos sus insultos, sus gritos (“¿estás con una tía en la cama y te corres cuando te azotan? ¿Tú qué clase de cerdo eres?”), sus amenazas y hasta que me dijo que me iba a llevar a casa de una pareja de amigos suyos gays, “a ver si a lo mejor te empalmas cuando te folla un tío”. Fue horrible, creo que lo peor que le he hecho y más teniendo en cuenta lo que realmente deseo a mi Señora, que me sigue pareciendo una mujer tremendamente atractiva.

Ha sido un amargo regreso, sin duda. ¡Para una vez que podía disfrutar de su cuerpo y de sus caricias como un hombre normal! Pero está visto que la condición de cada uno puede más. Entre otras cosas, además de sus iniciales, desde ese día tengo que llevar escrito en el pecho “polla inútil” y una flecha apuntándola, llevar bragas o tanga y quedarme media hora expuesto ante la ventana abierta todos los días, algo que ahora que viene el frío es más doloroso aún. Dice que ya pensará más cosas, que buscará nuevas formas de hacerme pagar semejante desprecio y que, por supuesto, no puedo volver a correrme de momento hasta el año que viene; luego ya verá. Le pregunté, asustado, si todo eso quería decir que volvía a ser suyo, a lo que me contestó: “Siempre lo has sido, imbécil. ¿Sabes todas esas cosas que tengo en el trastero y que uso de vez en cuando? Pues una de esas eres tú”
Responder | En Árbol
Abrir este mensaje con la vista en árbol
|

Re: Permiso para presentarme: Cyses

Cyses
Entre mis obligaciones en esta nueva etapa de sumisión "a distancia", está la de escribir un correo cada domingo a mi Señora para contarle detalles sobre lo que he hecho o no, si he incumplido alguna norma (ver escenas de sexo en la televisión, por ejemplo) o cómo me he portado. Tras escribirle esta mañana me ha contestado y me ha castigado.
Hace unas semanas le pedí autorización para enviar un mensaje privado a uno de los participantes del Foro, con la condición de que si no me contestaba me castigaría. Como esa persona no lo ha hecho, debo pasarme una semana haciendo al menos una comida al día en mi cuenco de comida para perros y además con la correa enganchada al collar, y permanecer media hora cada día a cuatro patas tras la puerta de la calle, con la correa unida a la manilla. Más  cincuenta azotes en el culo. Dice que así recordaré cuál es mi sitio y no intentaré "hablar con alguien que está por encima de tí".
También me ha dicho que, si tiene que volver a castigarme, no sólo no podré correrme hasta Semana Santa, sino que tendré que enviarle una foto en bragas o tanga que Ella se encargará de utilizar como más le apetezca.
Responder | En Árbol
Abrir este mensaje con la vista en árbol
|

Re: Permiso para presentarme: Cyses

Cyses
Una vez cumplido mi castigo por molestar a otro participante del Foro enviándole un mensaje privado, estuve bastante tranquilo cuando escribí el correo de esta semana a mi Señora, ya que fue una semana completamente normal. Por eso me sorprendió mucho que me contestase y me preguntase si había ido a visitar a una agencia en concreto, donde trabaja una mujer que me resulta muy atractiva. Le dije que no, que esta semana no, pero Ella insistió y añadió que le extrañaba mucho puesto que era una buena cliente y solía verla todas las semanas. Cuando, ya un poco asustado, volví a decirle que no la había visto se enfadó y me castigó por dos motivos: por mentirle al decirle que no la había visitado (según Ella, juro que no la vi) y por ver a una mujer atractiva sin cinturón de castidad, ya que normalmente no lo llevo a trabajar.
Así que tuve que enviarle una foto de mi culo cubierto por un tanga y atravesado por marcas de azotes; Ella hará lo que quiera, o quedársela, o enviársela a alguna amiga o incluso ponerla aquí, si quiere. Además, esta semana sí debo llevar cinturón de castidad al trabajo, bragas y la expresión "esclavo de mierda" escrita con rotulador en el pecho. Es evidente que nada de eso se va a ver, pero yo sabré que lo tengo encima y me recordará, como siempre me dice Ella, cuál es mi verdadero sitio.
Responder | En Árbol
Abrir este mensaje con la vista en árbol
|

Re: Permiso para presentarme: Cyses

Cyses
Pese a haber cumplido las órdenes y normas durante toda la semana, el correo que envié a mi Señora tenía dos faltas, una de ellas que calificó de "grave". La primera fue que el otro día tendí la ropa y, como se puso a llover antes de que yo regresara a casa, se mojó. Eso me ha supuesto que esta semana no podré llevar ropa interior, ni siquiera bragas.
La segunda fue que tuve una fantasía con una chica de un hotel al que fui por trabajo. Aunque tenía el cinturón de castidad puesto y apenas me acaricié un par de veces por encima del acero, lo cierto es que esa tarde me imaginé besándola y haciendo el amor con ella como si fuera un hombre normal. Cosa que, por supuesto, a mi Señora ha enfadado mucho, así que el próximo 29 de febrero, cuando pueda correrme, deberé hacerlo con el cinturón de castidad puesto. Ahora ya no tengo tan claro que pueda conseguirlo por más excitado que esté, porque con el pene enjaulado, aunque lo he hecho más veces, me cuesta mucho y me duele, y sólo voy a tener un minuto de tiempo.
Y eso esta vez, porque me ha dicho que si vuelvo a cometer otra torpeza, me quedaré sin permiso para correrme.
Responder | En Árbol
Abrir este mensaje con la vista en árbol
|

Re: Permiso para presentarme: Cyses

Cyses
Hoy se cumplen cuatro meses desde la última vez que tuve permiso para correrme. Según las órdenes y las condiciones de mi Señora, mañana podré hacerlo, pero hoy casi lo estropeo todo. Esta semana estoy llevando el cinturón de castidad al trabajo, puesto que mi excitación es enorme, pero mientras me duchaba con él puesto esta mañana, me toqué varias veces. No me corrí, por supuesto, y ni siquiera salió líquido preseminal, pero lo cierto es que me toqué como lo haría cualquiera de no llevar jaula. Con el paso de las horas me he sentido inquieto y avergonzado por no ser capaz de esperar ni un día más, así que la he escrito un email y se lo he contado. Sólo me ha respondido con un "qué cerdo eres, ya hablaremos"
Así que ahora, además de excitado por mi situación y avergonzado por mi mal comportamiento, estoy nervioso por si recibo un mensaje o algo de Ella, y, por supuesto, por lo que me pueda decir.
Responder | En Árbol
Abrir este mensaje con la vista en árbol
|

Re: Permiso para presentarme: Cyses

Cyses
Lamento el retraso en escribir, pero al principio no tenía gran cosa que contar y después, cuando sí la tuve, confieso que me daba vergüenza, sobre todo visto el excelente comportamiento de algunos sumisos de aquí, del que estoy muy pero que muy lejos.

Después de mi frustrado intento por correrme el pasado día 29 de febrero, en teoría comenzaba otro periodo de castidad de 64 días. Las primera semana logré aislarme un poco de estímulos y deseos, e incluso fui a trabajar sin el cinturón de castidad otra vez (normalmente no lo llevo), pero la segunda ya volví a estar completamente encendido; tanto, que el pasado día 14 me corrí, cincuenta días antes de lo permitido. Sin querer, por supuesto, pero lo hice. De regreso a casa pasé por delante del escaparate de una tienda de lencería, donde había una foto enorme de dos chicas en ropa interior y, debido a mi sobreexcitación, me quedé mirándolo mientras caminaba, algo que tengo prohibido. Al llegar a casa y empezar a darme el castigo que me corresponde por eso, noté un par de sacudidas y finalmente cayó un enorme reguero de semen entre los barrotes de mi jaula.

Me sentí tremendamente avergonzado, sin el más mínimo alivio mental (el físico sí, obviamente, pero sin placer alguno) y lógicamente se lo conté a mi Señora. Tardó un par de días en responderme, días en los que estuve nerviosísimo, y finalmente me castigó como “el perro desobediente que eres” durante estas vacaciones: comer y cenar en el suelo y dormir también en el suelo, encadenado a la pata de la cama por el tobillo. Y ya que el correrme vino provocado por el castigo al mirar un escaparate, debo azotarme dos veces al día delante de la ventana y permanecer allí diez minutos expuesto.

El remate es que he tenido que escribirle para pedirle permiso para salir a cenar mañana sábado; aún no he recibido respuesta. Espero que no sea demasiado dura esta vez y pueda tener un ratito de ocio...
1 ... 6789