Permiso para presentarme: Cyses

[itant]

Me da la impresión que unos azotes te van a caer.......

[Evg]

43 días en castidad. Por fin, después de 7 días, he tenido noticias de mi Señora

Fue un whatsapp con una sola frase, pero de las que más temo de Ella: "¿has hecho algo que deba saber?". Puesto que podía utilizar ese medio para responder, le contesté que había obedecido sus órdenes, que había escrito aquí (puesto que no me había dejado escribirle para contárselo) lo ocurrido el otro día cuando miré a la recepcionista de una empresa y que ayer, cuando veía porno como me había ordenado, me dejé llevar y vi una escena en la que al hombre le hacían una mamada, cosa que en teoría no podía hacer. Me dijo que era un imbécil que no sabía ni cumplir una orden y que, ya que me gustaban tanto las mamadas, iba a hacerlas hasta cansarme: quince minutos diarios de mamada al consolador que tengo en casa, de rodillas o en cuclillas y con las manos atadas a la espalda. Hasta nueva orden.

También me ha dicho que, respecto a lo que conté el otro día sobre haber mirado a aquella recepcionista, iba a dejarlo pasar, pero que la respuesta de itant sobre que me iban a caer unos azotes le ha parecido acertada: debo darme 25 por la mañana y otros 25 por la tarde, con la paleta de madera. También hasta nueva orden. Pero que si itant, ya que lo ha sugerido, prefiere que use la vara u otro instrumento, que lo diga y que le obedezca.

Me dará más instrucciones esta tarde.

[itant]

Hola Cyses,

me comenta mi Esposa si tu Ama esta en algún foro o grupo de Amas porque a Ella le gustaría acceder a uno de confianza.

Por otra parte, si tu Ama ha dicho que te des con la paleta de madera, quien soy yo para opinar una cosa distinta, pues como dice Peque, ellas mandan.

Saludos

[Evg]

No, lo lamento. Sé que leía el antiguo blog, pero ni participó nunca ni está en ningún otro sitio parecido, que yo sepa. De hecho, a mí hay veces que me prohibe no sólo escribir aquí, sino directamente, entrar a leer. Lo siento.

[Evg]

Anoche pude hacer vida más o menos normal e incluso me permitió salir a tomar algo; con el cinturón y braguitas, eso sí. Logré contenerme durante casi todo el tiempo, pero tengo que reconocer que en el último sitio no pude más y rompí la castidad visual que había llevado hasta ese momento: miré a dos chicas que llevaban minifalda, una de ellas además bastante generosa, y el escote de otra. Sé que podía haberme callado, pero me sentí avergonzado de mi comportamiento (parezco un salido y además de los babosos, como si nunca hubiera visto a una mujer) y de, además, haber inclumplido, oootra vez, una orden. Cuando tengo momentos así, confieso que me siento muy mal esclavo y que incluso hasta dudo de merecer tal nombre. Mucho más al comprobar lo bien que lo hacen muchos de los lectores de este Foro.

De modo que, por supuesto, se lo he contado a mi Señora en un correo. ¿El resultado?

-Tengo hasta las siete de la tarde para revisar lo relativo a mi satisfacción sexual en nuestro contrato de dominación; reescribirlo y enviárselo a ver si está de acuerdo. Por supuesto, con normas aún más estrictas y mayores limitaciones.

-Un día más de castidad. Y cuando llegue ese ansiado momento, sólo podré disponer de 50 segundos. Si sigo cometiendo torpezas, seguirá bajando el tiempo de que dispondré.

-30 azotes en vez de 25, hasta nueva orden. Me ordena también que le aclare a itant que lo de ofrecerle elegir un instrumento el otro día, era una "invitación" (que puede hacer extensible a su Esposa) y que, si quiere, que puede elegir, "que no se corte". Si no quiere no pasa nada, obviamente, seguiré azotándome con la paleta.

He terminado de comer y me voy a poner con el contrato, quiero asegurarme de entregarlo revisado dentro del plazo

[Evg]

Ayer lunes, cuando pedí autorización para entrar en el Foro, mi Señora me sorprendió una vez más. Sigue enfadada conmigo por mi incorrecto comportamiento del otro día, de modo que ha estado buscando nuevas fórmulas para corregirme y la verdad es que ha dado en el clavo porque lo paso fatal. Ha leído, creo que en el antiguo foro, que a un esclavo le obligaban a exponerse desnudo en una ventana y ha decidido hacer lo mismo conmigo. Según ella, así se compensan las miradas que yo dirijo con las que me dirijan a mí. De modo que después de cenar debo estar de pie en la ventana del salón, desnudo, con las manos detrás de la cabeza y las piernas separadas, para que se vea bien el cinturón de castidad, durante diez minutos. Y los de ayer fueron de los más largos de mi vida, temblando como una hoja y mirando sin parar a las luces del edificio de enfrente. Cuando me di cuenta, estaba hasta jadeando.

Además de empezar a cumplir con las nuevas normas que tuve que redactarle sobre lo que puedo y no puedo ver, me ha obligado también a "desnudarme" mentalmente: durante toda esta semana, sólo podré entrar en este Foro a responder a alguna pregunta que me hagan los lectores. Nada de contar historias o de comentar otras entradas, sólo responder si es que alguien me pregunta algo sobre mi condición. Si no, no puedo escribir nada hasta al menos el domingo.

No me gusta exponerme en la ventana, aunque no haya muchas probabilidades de que me vean, me pone muy nervioso. Y tampoco me gusta verbalizar (aunque sea escribir) sobre algunas cosas de mi condición y mi esclavitud, pero no me queda más remedio. Pero espero que todo esto me ayude a dejar de ser tan torpe y comportarme como se supone que tengo que hacerlo.

[Evg]

Ha sido una semana dura, al menos para mí, imagino que a otros esclavos mejores que yo les parecerá que no ha sido para tanto. He tenido que seguir con mi disciplina diaria de 30 azotes en el culo y diez minutos expuesto en la ventana, cosa que hice asustado y temblando, pero no se me pasó por la cabeza desobedecer ("hasta nueva orden", me dijo en su meomento). También he cumplido con las nuevas normas sobre lo que puedo mirar y lo que no, aunque me ha costado y, de hecho, hasta se me escapó un apagado "noooo" en voz alta al tener que cambiar de canal, porque en la serie que estaba viendo apareció una chica en sujetador y eso no puedo verlo. Pero, pese a lo que me ha costado mantener esa actitud (cabeza abajo por la calle, apartar la mirada aunque sea bruscamente, evitar las terrazas...) creo haberlo hecho bien, sólo he tenido dos pequeños incumplimientos, ya que al bajar la vista a los pies de un par de chicas con las que me crucé, resultó que llevaban sandalias, por lo que les vi los pies. Cosa que tampoco puedo hacer, pero que en un caso así no lo considera tan grave (además es por evitar hacer algo peor) y se salda con sólo cinco azotes.

Por lo demás he podido hacer vida "normal". Le he pedido permiso para hablarle dos veces en todo este tiempo, pero la primera de ellas no contestó. La segunda sí, en ese tono duro habitual ("qué quieres, imbécil?"), así que le he contado lo de esas dos chicas. Y también que tuve un sueño con Ella y sus amigas el pasado jueves: había varias mujeres, estaban en su casa, cenando, y yo les tenía que servir la cena vestido sólo con un tanga. En un momento dado, mientras yo servía vino a su amiga (de la que ya he hablado anteriormente) otra de las mujeres me tocaba el culo y metía su mano bajo el tanga para tocarme el cinturón de castidad. Ahí me desperté, sobresaltado. Su respuesta, que me llegó al día siguiente cuando ya ni me la esperaba, fue decirme que era un cerdo que ni siquiera durmiendo era capaz de pensar en otra cosa y que estaba claro que tendría que azotarme ella personalmente para que aprendiera. Luego fue cuando añadió que me quitaba otros diez segundos de mi tiempo para correrme. Así que, cuando dentro de 29 días pueda volver a hacerlo, sólo dispondré de 40 segundos.

Esta tarde me ha citado a las seis, a la hora del partido de España. Sabe que me gustaría verlo, así que, evidentemente, no podré hacerlo. Y me imagino que me caiga un castigo mayor, pero al menos estaré con Ella después de tanto tiempo.

[Evg]

Me cuesta escribir esto, pero prefiero hacerlo ahora que todavía estoy flotando por todo lo que ha pasado. Y digo que me cuesta porque literalmente me duele el culo al estar sentado, sigue estando caliente y dolorido. Pero ha sido una sesión para mí fantástica, así que prefiero contarla ahora. Pido disculpas si al final me queda un texto muy extenso.

Me hizo esperar unos diez minutos en el portal antes de dejarme subir. Llevaba unos shorts y un camiseta holgada y estaba descalza, así que después de desnudarme, me postré y le besé los pies. Me puso el collar al cuello, me llevó al salón y me azotó, en el culo y en la espalda. Aunque no parecía estar especialmente enfadada, fue un castigo duro, mi Ama tiene un brazo fuerte y me dio cincuenta de cada. Después me llevó a cuatro patas hasta su habitación, se desnudó y se tumbó boca abajo en la cama para recibir un masaje.

Confieso que sentí un escalofrío, recordando la última vez, pero me obligué a concentrarme en el mero hecho de dar un masaje, no en que mi Señora estaba tumbada ante mí vestida sólo con un tanga minúsculo ni en que mi espalda y mi culo ardían todavía por el castigo. Aunque noté un tirón en la jaula de mi pene al empezar, respiré hondo y me dediqué sólo a cuidar y masajear, evitando cualquier otro pensamiento. Ella suspiró un par de veces, complacida, así que me animé a seguir igual, pero el problema fue que Ella también se animó. Y empezó a hablar. Entre los típicos "mmhh" y "oohh", empezó a decirme que estar tan a gusto le recordaba al otro día, cuando había estado con "un tío de verdad". "Tenías que ver qué polla tenía, bien gorda, no como la tuya", o "qué rica estaba, se la hubiera chupado toda la tarde", o "no sé cuántas veces me hizo gritar"... Esas frases hicieron que mi polla intentase en vano levantarse y que mis manos temblaran por culpa de la humillación, pero seguí concentrado, tratando de no pensar en nada más que seguir con el masaje y hacerlo lo mejor posible. Y Ella también seguía, "pero bueno, eso a ti te suena a chino, porque tú no follas, ¿verdad?". Tuve que contestar que no, que yo no follaba y luego le dije que su novio tenía mucha suerte, pero Ella se rió y me contestó que quién había dicho nada de ningún novio.  Eso me sorprendió bastante, porque supongo que sigue con él (no me ha dicho en ningún sentido) pero ahora ya tengo la duda.

Al cabo de un rato bastante largo, decidió que ya estaba bien y se incorporó. Pero al estar Ella sentada en la cama y yo de rodillas, mi vista se clavó, cómo no hacerlo aunque lo tenga prohibido, en sus pechos, así que me llevé un bofetón en toda regla. Bajé la mirada, pero lo hice a sus muslos, así que me llevé otro igual de grande que me puso la cara colorada. Mientras seguía dándome tortazos empezó a decirme que era un salido y un baboso, volvió a preguntarme otra vez que cuánto tiempo llevaba sin follar (como si no lo supiera de sobra) y luego a decirme que si quería follar, si era por eso por lo que la miraba. Entre bofetadas logré murmurar un "sí, mi Señora, por favor", lo que hizo se que partiera de risa. Pero luego, de pronto, me dijo que tenía razón y que llevaba mucho tiempo, así que por fin iba a hacerlo. Me quedé parado mientras Ella se levantaba... y se ponía su consolador en la cintura.

En cuanto se acercó abrí la boca y empecé a chupárselo con esa doble sensación que tengo siempre, la del placer de disfrutar siendo un esclavo al que humillan y utilizan, mezclado con la frustración de que no fuese al revés, de que la mamada me la hiciesen a mí. No sé cuanto tiempo estuve tragando aquella polla, notando el sabor del plástico y los tirones que me daba la mía, pero fue bastante, tiempo que Ella aprovechó para reírse y disfrutar con frases como "pero qué bien la chupas, pareces una puta" o "como chupes así una polla de verdad, se van a correr en tu boca" y otras del estilo. Cuando se cansó, me apartó, me empujó contra la cama, se arrodilló detrás de mí y, después de hurgar un poco con los dedos, me la metió sin ninguna delicadeza. Y empezó a empujar una y otra vez, casi sin parar, con fuerza, diciéndome que disfrutase, que ya estaba follando, pero que no me corriese, que no podía hacerlo. Yo bastante tenía con aguantar el dolor y la humillación, notando además que mi polla reaccionaba y que no estaba seguro de poder controlarme. Además, hacía bastante que no me sodomizaba y todo era terriblemente excitante.

Después de dos o tres empujones más violentos y espaciados, lo sacó y se lo quitó. Se vistió de nuevo y me ordenó ir al salón, donde me azotó otra vez en el culo "para despedirme". Pero esta vez lo hizo con un látigo especial, uno que le fabriqué yo mismo con unas tiras de cuerda anudadas que me hace mucho daño y que normalmente sólo usa cuando está muy enfadada conmigo. Me dio 25, espaciados, duros, que me dejaron el culo ardiendo de nuevo. Luego me ordenó vestirme y marcharme. Eso sí, me ha liberado de la rutina que estaba llevando hasta ahora, así que no tengo que azotarme de nuevo ni hacer nada de lo que estaba haciendo hasta ahora. Bueno, esta noche sí he tenido que ponerme por última vez en la ventana, pero de espaldas, para que se vieran (si es que alguien las veía) las marcas de su látigo.

Ah, y también me ha dicho que, ya que "he follado", cuando pueda correrme en julio no necesitaré tanto tiempo, así que me ha quitado otros diez segundos. Ya sólo tengo 30.

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[Evg]

Muchas gracias. Es cierto que durante el masaje tuve algún intento de erección, entiendo que inevitable, pero ni me imaginé nada ni creí ser quien no soy, me limité a cumplir una orden (y no hubo escapes de ningún tipo, lo cierto es que estoy muy contento por haber podido controlarme). Yo también creo que quedó complacida con él y con la sodomización de después. Es verdad que nuestra relación tiene más de sadomasoquista que otra cosa, y aunque cada vez me usa más para servirla en lo que sea, de momento sigue siendo lo que prefiere hacer conmigo. Así que obedezco y agradezco su disciplina, sus castigos y sus humillaciones, una parte casi tan grande como la del dolor, aunque a veces no lo parezca.

Yo también tengo mis dudas de si llegaré a julio a este ritmo de descontar. De todos modos, debo decir para mi vergüenza que en una ocasión sólo me dejó ver un vídeo durante diez segundos y... me corrí con un arruinado: al llegar al tiempo marcado, Ella paró el vídeo y dejé de tocarme, pero estaba tan a punto que apenas un par de segundos más tarde empezó a salir el semen. Podéis imaginaros sus carcajadas, claro

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[Evg]

No sé si os ha leído, pero habéis acertado en lo de incrementar la interacción, puesto que esta tarde ha vuelto a llamarme. Y aunque es cierto que es dura y exigente y que estoy acostumbrado a sus castigos, la verdad es que me dejó desconcertado y, por supuesto, dolorido. Y me ha vuelto a quitar diez segundos, ya sólo tengo veinte para correrme el próximo día 26.

Recibí un mensaje suyo a eso de las seis y pico con una larga lista de la compra y la orden de llevársela antes de las ocho. Así que me fui de ruta por tres supermercados diferentes y una tienda para comprar todo lo de la lista y de nuevo me encontré subiendo las escaleras de su casa cargado como un burro con no sé cuántas bolsas. Cuando por fin llegué estaba hasta sudando, entre el calor, las prisas y el esfuerzo. Me abrió vestida de nuevo con unos shorts y una camiseta holgada (desde más o menos navidades ya no se viste de manera especial como hacía otras veces, que se ponía taconazo, minifalda, escote o vestidos ajustados) aunque esta vez llevaba unas sandalias de tacón alto. Me desnudé y le besé las sandalias con cuidado de no tocar su piel y luego, a una orden suya, le llevé todas las bolsas a la cocina.

Luego me hizo ponerme cara a la pared, inclinado y con las piernas separadas, así que cuando empezó a azotarme en el culo con el látigo de tiras no me extañó en absoluto. Lo que sí me extrañó fue lo que sucedió después, al cabo de más de cincuenta azotes. De pronto dejó el látigo en la mesa, me tiró del pelo y me dijo: "joder, cómo me ha puesto azotarte. No te muevas". Por supuesto me quedé muy quieto mientras Ella salía de la cocina, o al menos todo lo quieto que me dejaron los temblores casi incontrolables que empecé a tener, porque ya me imaginaba lo que iba a pasar. Que pasó, claro. Regresó y me hizo abrir las piernas un poco más... y sin más me sodomizó allí mismo, de pie cara a la pared. Y, aunque es muy osado por mi parte, juraría que hasta tuvo un orgasmo, o al menos algo muy parecido. Cuando se quitó, me dijo que eso es lo único que merecían los hombres, que les dieran por el culo, y encima yo ni eso, porque no era un hombre, sólo un perro baboso y que en realidad debería darle las gracias por haberme enculado. Luego me ordenó que me pusiera de rodillas mientras Ella recogía la compra y, cuando acabó, me hizo ponerme a cuatro patas y empezó a darme patadas en el culo de manera que se me clavase el tacón de las sandalias (por eso las había puesto, claro), mientras me decía que, como había "follado" otra vez, tendría diez segundos menos para correrme, que ya podía tener cuidado o me iba a quedar sin tiempo y, por tanto, sin correrme. Después me ordenó que me vistiera y que me fuera, porque como siguiera viéndome allí delante "no te vuelves a sentar en una semana".

Me da la sensación de que su relación se ha roto: el desprecio y la dureza de hoy, que me haya vuelto a sodomizar cuando me hace ir a verla, la tarde de sábado que pasó conmigo (lo de la playa nudista) y que el otro día hablase de haberse acostado con un hombre, pero no necesariamente su novio... No sé, tal vez lo hayan dejado y me esté tocando pagar los platos rotos. Que, entre otras cosas, para eso estoy, supongo.

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[Evg]

No, no, no utilizó uno trenzado. Cuando me da ese tipo de castigos es con uno de los que llaman tipo flogger, que son varias tiras de cuero; en su caso, además, el que tiene es de tiras lisas y creo que ni es cuero bueno porque es bastante suave, por eso puede darme tantos. El culo o la espalda se enrojece, escuece o pica y se calienta, pero nada más, ni marcas prolongadas ni nada ni siquiera serio; dependiendo de la cantidad, unas leves molestias al día siguiente, al menos en mi caso. Si utiliza más elementos combinados para azotarme en el culo (la fusta, la vara, la paleta), ahí sí es cuando después puedo tener marcas o un dolor más continuo a la hora de sentarme. Cuando usa el de cuerdas anudadas o el de una sola tira, como el otro día, que sí hacen daño y pueden provocar un estropicio, lo hace con cuidado de no dar con excesiva fuerza, ni muchos golpes ni tampoco en todas partes. Y aparte de estar más o menos acostumbrado, Ella sabe cómo dosificarlos y que me pueda recuperar entre uno y otro, prolongar el suplicio... No sé si ahora me explico mejor, disculpadme.

Lo de no mandarme guardar la compra a mí también me sorprende, es cierto que es un poco maniática con sus cosas, pero ya he ordenado su habitación y guardado su ropa. No sé, igual en ese momento no le apeteció, pero estoy seguro de que acabaré haciéndolo, como tantas otras cosas que no creía que fuera a ordenarme pero que ahora veo como normales o que ya son obligatorias. Dentro de los castigos y humillaciones habituales, está introduciendo cada vez más este tipo de servicios, así que imagino que querrá probar de alguna manera a tener un esclavo que le sirva de criada y no sólo de juguete sexual. Pero si de momento sólo me quiere de recadero al que sodomizar, pues eso es lo que tengo que hacer. Creo que me está usando para desahogarse por algo (y ya puestos, apostaría a por que su relación ha terminado) y si prefiere hacerlo enculándome o azotándome, o de las dos formas, pues a quejarme lo menos posible. Lo tengo prohibido, pero aún así siempre se me escapa algún lamento o gemido y eso le encanta: los latigazos más duros son siempre los que me da cuando grita "¡cállate!"

Y ya sólo me faltan 25 días para poder correrme. Qué ganas de poder disfutar de esos veinte segundos!

[Evg]

Por cierto que su edificio sí que tiene ascensor, lo que pasa es que a mí no me deja usarlo. Dice que esa comodidad es para las personas y no para "los cerdos como tú"

[peqe75]

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[Evg]

No, la verdad es que no. Normalmente después de un periodo largo como éste suele ser a su capricho y no me dice nada, pero, por lo que pasó otras veces, calculo que doce o quince días por lo menos no me los quita nadie. Y siempre y solo a su capricho, es decir, si le pido permiso para correrme en algún momento que me esté haciendo algo, me dirá que no (y me castigará si no logro contenerme, claro)

Tampoco me ha dicho qué pasará si no consigo correrme en esos veinte segundos (si es que no los termino perdiendo), pero supongo que, simplemente, me enjaulará otra vez y volveremos a no poder tocarme ni hacer nada hasta que Ella decida.

[Evg]

Mi Señora me ha mandado tres whatsapp esta mañana:

"Puedes quitarte el cinturón de castidad para dormir y descansar, pero si lo haces, átate las manos, no quiero que te toques"

"Anoche estuve leyendo el foro ese en el que estas, me gusta lo que pones, sigue asi y contesta a todo lo que te pregunten. Pero creo ese peque75 tiene razón, en 20s no creo que te corras"

"Así que para no perder tiempo, el día que sea, te voy a dar 10 segundos para que te la menees un poco y luego a la jaula otra vez, hasta nuevo aviso. Si te corres, mira que suerte y si no, te jodes y esperas a que te deje. Y no me supliques!"

[Evg]

A todos los lectores del Foro:

Por la presente me expongo de nuevo públicamente para reconocer mi grave falta de haberme corrido sin permiso y rompiendo el periodo de castidad y las condiciones prefijadas por mi Señora.

Ayer sábado fui llamado a su presencia y, después de una sesión de disciplina y de utilizarme para servirla, me ordenó satisfacerla sexualmente con mi lengua. Pese a tener mi pene dentro de la jaula, no pude contener un intento de erección y poco después me corrí dentro mi cinturón de castidad y sin siquiera pedir permiso para hacerlo.

Soy consciente de lo terrible de mi fallo, puesto que no sólo rompí con el periodo de castidad fijado, sino que además lo hice en un momento en que el único placer sexual que debía haber en ese momento era el de mi Señora y no el mío, lo que ha hecho que mi falta sea gravísima. He recibido un duro y merecido castigo corporal en el que, entre otras cosas, me han azotado ante una ventana abierta a plena luz del día, me han golpeado el pene y los testículos y me han encadenado desnudo en un trastero durante varias horas. Sin embargo, nada de esto puede borrar mi incalificable conducta y mi falta de disciplina, sólo es la lógica consecuencia de ello. Aunque como esclavo no puedo desear nada, quisiera de corazón poder borrar esa lamentable acción y no haberlo hecho: por muchos estímulos recibidos, mucho tiempo sin alivios y demás circunstancias que pudieran ser tomadas como atenuantes, el verdadero hecho es que incumplí una orden y además cuando mi Señora me estaba concediendo el inmenso privilegio no sólo de tocarla, sino de darle placer.

Además de este vergonzoso incumplimiento de una orden, reconozco también haber sido un inútil y no haber sabido comportarme como debo, puesto que a lo largo de estos meses he tenido actitudes totalmente inaceptables (dejar escapar semen, mirar a mujeres sin permiso e incluso tener fantasías, entre otros) que me han demostrado lo lejos que estoy de otros sumisos que sí obedecen las órdenes, sí saben contener sus instintos y sí tienen como única meta obedecer a sus Señoras de la mejor manera posible, dejando su propio placer a un lado. He creído ser lo que no soy dándomelas de sumiso cuando en realidad he sido un mal esclavo y mi lamentable actuación sólo demuestra que estoy más cerca de ser un perro incapaz de controlarse que de alguien capaz de servir adecuadamente a su Ama.

Lamento profundamente haber incumplido una orden, haber roto mi periodo de castidad y haber decepcionado, una vez más, a mi Señora. Lamento, por supuesto, no estar a la altura de los sumisos y lectores de este Foro y lamento, cómo no, mi injustificable comportamiento, más propio de un pervertido y que me ha colocado en mi verdadero sitio, al lado de los animales domésticos que no pueden controlar sus instintos. De este modo, y cumpliendo las órdenes de mi Ama, publico tanto en este hilo como en uno aparte, para darle mayor visibilidad a mi vergüenza, esta carta con la que suplico el perdón de quienes la lean. Me ofrezco, asimismo, para aceptar las recriminaciones, críticas o reproches, e incluso castigos si lo deseasen, de los lectores, hechos tanto en público como en mensajes privados: soy consciente de que merezco todos y cada uno de ellos y aceptaré humildemente y con agradecimiento cuanto quieran decirme.

Confío en que las nuevas normas de comportamiento que me han impuesto a partir de este desastre y que se han endurecido mucho, surtan efecto y pueda acercarme siquiera un poco a lo que se espera de mí. Aunque entiendo que después de mis continuos fallos ya no tengo credibilidad alguna, expongo mi compromiso para mejorar, para convertirme en ese esclavo obediente, dócil y atento que mi Señora merece e intentaré desde ahora mismo cumplir con todo aquello que se me ordene de la mejor manera posible.  

Por todo ello, suplico pues el perdón de los lectores, sumisos, dominantes o simples curiosos. Puesto que mi Señora me ha autorizado a compartir mis experiencias con ellos, es justo que también deba suplicarles.

A vuestros pies
Cyses

[Evg]

Primer día con las nuevas normas que me ha impuesto mi Señora después de mi vergonzosa actuación de ayer.

Se acabaron las contemplaciones y los momentos en los que hacía la vista gorda por alguna cosa. Para empezar, el cinturón de castidad no puedo quitármelo por ningún motivo y esta tarde tengo que entregarle la copia de la llave que tengo yo; estaré totalmente a su merced. He dormido en el suelo, sobre la alfombra al lado de mi cama, con el cinturón, las manos atadas y el collar al cuello. El cansancio por el castigo sufrido hizo que durmiese varias horas seguidas, pero he estado muy incómodo y me he despertado antes de lo habitual. He tenido que ducharme con agua fría, algo que me resulta muy desagradable y, desnudo, abrir todas las ventanas de la casa y desayunar y recoger todo de ese modo. Hasta he guardado algunos restos del desayuno en un tuper, porque esta semana debo cenar sobras todos los días en mi cuenco de comida para perros, "condimentadas" además con ceniza de cigarrillos ("cenas y duermes en el suelo, como el perro que eres"). Después, cumpliendo las órdenes recibidas, veinticinco azotes con la vara a modo de disciplina antes de salir a la calle. Además de sus iniciales en las nalgas y la jaula, he tenido que escribirme la palabra "cerdo" en un muslo y "salido" en el otro; no puedo ir al gimnasio, ya que se me verían en el vestuario, ni a la playa, puesto que sólo puedo ir a una zona nudista. También tengo que llevar el dilatador anal en el bolsillo, por si me ordena ponérmelo en algún momento.

He podido trabajar con relativa normalidad, aunque gracias al horario flexible y a una anulación de última hora ya estoy en casa. Sentarme esta mañana me ha supuesto un terrible suplicio, entre el dolor que aún tengo del castigo, el dilatador que tuve que ponerme a eso de las once y el propio cinturón, que creo haber dicho que es una de esas jaulas de acero que resultan incómodas para casi todo, salvo cuando se está de pie. Esta tarde debo pasar media hora de rodillas cara a la pared y pendiente del móvil por si me manda alguna cosa.

No me ha dicho cuánto tiempo voy a estar en castidad, ni se me ha ocurrido preguntarle. Pero me temo que esta vez sea una cifra altísima, al menos para mí. O, incluso, que no me deje hacerlo durante todo el verano, como me parece que le había sugerido su amiga. Lo que sí me ha dicho, sin especificar más, es que me castigará de nuevo por lo ocurrido.