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Es verdad, tenéis razón en lo que decís y es cierto que a veces puedo hacer algo más que besar sus zapatos. Perdonadme. Yo me refería a las normas generales que me ha impuesto, que me impiden tocarla e incluso mirarla directamente sin permiso, frente a la posibilidad de acariciarla o de poder dormir a su lado, algo que no he tenido y que a veces me gustaría disfrutar. En cualquier caso, si por ejemplo aún no he podido dormir con Ella, será, simplemente, porque no le apetece dormir con un esclavo o, lo que es peor y más probable, porque no me lo he merecido.
Evidentemente, y sin contar los momentos en que he tenido que darle un masaje, ponerle cremas o vestirla, en una relación larga como la nuestra sí ha habido caricias y momentos, y hasta besos, pero en general han sido escasos y hace mucho tiempo. Como bien recordáis, hace algo más de dos años sí que pude tener relaciones sexuales con Ella y, aunque yo llevaba las manos unidas por grilletes y la correa al cuello, fue una maravilla. Pero hace mucho de eso y desde entonces debo conformarme con algún roce casual, alguna caricia leve en un determinado momento que no la enfade o un premio que quiera darme (como regalo de Navidad, me dejó besarle en la rodilla después de soportar mi castigo de fin de año). De ahí mis palabras acerca de la envidia en la respuesta que os dejé.
Cuando me usa para el sexo oral suelo tener las manos atadas a la espalda, así que tampoco puedo tocarla más que con mi lengua. Aunque es una gozada hacerla disfrutar y ver cómo consigue un orgasmo gracias a mí, mi posible placer (la parte más egoísta, claro) queda muy reducido, porque no la puedo acariciar e incluso si se va a desnudar me pone una venda en los ojos y ni siquiera puedo verle los pechos. Creo sinceramente que sí le gusta (o le gustaba) cómo se lo hago, sus gemidos y espasmos y hasta alguna sonrisa me hacen pensar que es así; además, si no le gustara, imagino que habría dejado de mandarme hacerlo.
Aunque no sé cuándo empezó con su novio, sí que me utilizó para darle placer estando ya con él, ya que he estado haciéndolo hasta marzo. Desde entonces, ya sólo me ha sodomizado y este mes aún no lo ha hecho, así que la frecuencia ha variado; antes podía usarme unas dos o tres veces al mes y casi siempre mis castigos acababan con una sodomización (por eso escribí "con frecuencia" en mi presentación, me refería más a esta práctica que al sexo oral), pero ahora ha bajado mucho. Supongo que porque estará más pendiente de él y obtendrá un placer más completo que con mis servicios. Eso sí, he tenido que seguir "practicando" las mamadas al consolador, para estar preparado en cualquier momento.
Y sí, por supuesto, siempre que le he dado sexo oral mi pene ha estado dentro de su jaula y no me he podido correr. Cuando he estado en periodos de castidad largos también, "tú no te corres, pero yo sí", me decía muchas veces; que yo no pudiera tener orgasmos "no es problema mío".
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Cerrado
